Descripción
Imserso to the limit es el juego de rol de los jubilados: un juego pequeño, ligero y con un tono muy especial. Sus reglas
son sencillas pero nada simples (se pueden explicar en cinco minutos), y sus historias suelen girar en torno a un grupo
de personas mayores que se han ido de viaje con el Imserso. Como es obvio, el humor debe estar presente en todas
las partidas, aunque también tiene que haber momentos de drama, misterio, suspense y, por qué no, acción, terror o
incluso romance. No se trata tanto de un juego para desbarrar con los amigos (¡que también!), como de un juego de
aventuras y situaciones inesperadas que convierte en protagonistas de la acción a aquellos que hasta ahora nunca lo
habían sido y te ofrece nuevas perspectivas de interpretación de personajes de rol. En manos de unos jugadores con un
poco de gracia, Imserso to the limit puede proporcionar muchísimas horas de diversión. ¡Garantizado!
El juego contiene unas reglas propias que tratan de ajustarse lo máximo posible a lo que es la vida de las personas de
la tercera edad. El sistema, que se llama “YayoSystem”, es sencillo pero incorpora elementos como los achaques de la
vejez, la posibilidad de que te dé un jamacuco en cualquier momento o unos arquetipos muy de los jubilados, como
el contemplador de obra, la anciana alternativa, la viuda liberada, el buffet killer o el viudo merodeador, por poner
algunos ejemplos.
Imserso to the limit tiene material de sobra para empezar a jugar enseguida, incluyendo más de 100 extras para
ponerles las cosas difíciles a los jubilados, y cuatro módulos, muy distintos entre sí, que captan las posibilidades y el
tono del juego. Las aventuras son:
• Nos comen los chinos (de Jorge Carrero Roig): Un grupo de jubilados mayoritariamente viudos va a pasar nueve
días en un hotel de cinco estrellas venido a menos de la costa de Almería, establecimiento que ha comprado hace
bien poco un patriarca chino. Lo que los jubilados no sospechan es que varios miembros del clan asiático han
llegado a un acuerdo con un empresario de Ubrique que ha decidido dar un lavado de cara bastante “original” a su
empresa de marroquinería. ¿Podrán nuestros héroes acabar sus vacaciones sin que corra peligro su pellejo?
• Lo que pasa en Torrelavega, en Torrelavega se queda (de Antonio Lozano Lubián): Los jubilados protagonistas de
esta aventura son todos amigos y residentes en Santander, y todos los años organizan una buena excursión a San
Vicente de la Barquera, donde tienen un pequeño apartamento en multipropiedad. ¡Es el mejor momento del año!
En las vísperas de su viaje, uno de sus nietos les avisa de que ha ido con su ligue al apartamento, pero que les ha
reservado una casa rural en Torrelavega que está la mar de bien. Bueno, un pequeño contratiempo nunca le hizo
daño a nadie, ¿verdad?
• Nuncaestardetolove (de Eduardo Rodríguez Herrera): Los talleres de informática para jubilados que se imparten
en centros sociales y de mayores están a la orden del día… ¿Y nadie hasta ahora se ha preguntado por los peligros
que entraña la red de redes cuando la atenta mirada a un palmo de la pantalla y el parsimonioso tecleo de un
jubilado se ponen al servicio de las nuevas tecnologías? ¡Ay, amigo! Cuántas ventanas emergentes procedentes
de banners que se abren a diestro y siniestro, cuántas nuevas barras de herramientas inútiles instaladas en el
navegador, cuántos mensajes pop-up de “Es usted el ganador de…” se han cliqueado en estos centros… y en cuántas
webs habrán dejado sus datos personales estos pobres e inocentes mayores.
• Republic Commando (de Ignacio Sánchez Aranda, a partir de una idea de Javier González de Bodas): “España,
otoño de 2018. El Tribunal Supremo acaba de bloquear la exhumación de los restos de Francisco Franco en medio de
una gran polémica. Un grupo de jubilados antifascistas decide tomar cartas en el asunto y monta una operación para
asaltar el Valle de los Caídos y llevarse al Caudillo de allí.”