Descripción
Walhalla to the limit es un híbrido de dos juegos de rol que en principio no deberían pegar demasiado:
Walhalla e Imserso to the limit. Una idea semejante es propia de alguien que ha perdido del todo la chaveta y…
bueno, ¡así es! Se trata de un suplemento con un tono que está a medio camino del que tienen sus dos juegos-
madre: es más serio y un pelín más profundo que Imserso to the limit, pero bastante más desenfadado que
Walhalla. ¡Y vaya si funciona!
El suplemento consiste en un largo módulo protagonizado por unos vikingos talluditos titulado Más vale
un buen entierro que una mala boda, al que se le han añadido extras específicos, semillas de aventura y
un setting que adapta las reglas de Imserso to the limit para poder jugar en la época de los vikingos, lo que
incluye una ficha de PJ muy especial. En otras palabras: no necesitas nada más para disfrutar de Walhalla to
the limit; de hecho, se puede tratar como un juego completamente independiente. ¡Todo un señor crossover!
Walhalla to the limit es una obra coral del Grupo Creativo Walhalla al completo. Aquí participan todos
estos pirados, desde Jorge Carrero (idea original, aventura principal e ilustraciones) hasta Ignacio Sánchez
(setting), Antonio Lozano (extras pregenerados), Eduardo Rodríguez (semillas de aventura… ¡buenísimas!)
y Adrián Jiménez “Squirrel” (diseño y maquetación). Respecto a las semillas de aventura, hay seis en total,
y no se despachan con tres o cuatro líneas y punto; muy al contrario, por su extensión se asemejan casi más
a aventuras que a semillas, y a poco que tires de la madeja podrás sacar de ahí escenarios muy completos y
disfrutones.
• Más vale un buen entierro que una mala boda se ambienta en la Inglaterra del Danelaw, el periodo de
ocupación vikinga del noreste de Gran Bretaña que duró cerca de 200 años. En la frontera del Danelaw
y el reino sajón de Mercia, el anciano jarl Sigurd Háreksson “el Tranquilo” mantiene una curiosa paz con
su vecino, el ealdormann Aelfric “el Generoso”. Se trata de una paz beneficiosa para ambos: por un lado,
el jarl Sigurd recibe regularmente el cuantioso danegeld, y por otro el ealdormann se permite cobrar unos
abultados impuestos a todos sus súbditos con la excusa de tener que protegerlos de los “bárbaros daneses”.
Pero también hay un grupo de ancianos daneses que añoran los tiempos de conquista, saqueo, banquetes
non-stop y, por qué no decirlo, juventud, que en el poco tiempo que les resta en Midgard están dispuestos
a lo que sea con tal de defender las viejas tradiciones. Esta es su última ocasión de hacer algo grande antes
de morir, y no la van a dejar pasar.